Errática, una mujer vaga por la pétrea Castilla, por su amplitud, por sus silencios. Allí, entre sombras, mi imaginación comenzó a frecuentar su pasado, merodeó por las vecindades de su soledad y, de ella, extrajo los claroscuros precisos para comenzar a hilvanar una leyenda. El resultado: una película de tan sólo cinco fotogramas que jamás será un éxito de taquilla.
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