Como siempre, nos recibió con una sonrisa inabarcable. Se diría que los verdaderos poetas no conocen el divismo.
Anoche, Pilar Quirosa Cheyrouze leyó sus poemas en AM Gallery ante la presencia totémica de Julio Alfredo Egea. (Qué merito tiene leer bien un poema. No digo recitarlo. Hablo de leerlo bien).
Entre vinos, rastreé la línea temática de su poética y supe que el paso del tiempo anida en sus versos. Es la suya una poesía de momentos inolvidables, de palabras atrapadas por la tela de araña del recuerdo: cómo explicar que el amor, antes de morir, reserva un palco en el teatro de la memoria o que la intemporalidad es propia de las peores atrocidades humanas.
Ya es tarde, pero aún acaricio uno de sus libros.
Hay mucha claridad en él: quizá Pilar se anticipase al naufragio que habría de llegar y ahora, como Hypatia -aquella primera Mujer a la que dedica un último poema- nos espera serenamente entre palabras infalibles porque "ésta es la hora/ así lo han querido los astros,/ el instante de dilapidar un sentimiento".
Pie de foto: Pilar Quirosa Cheyrouze y Julio Alfredo Egea durante la lectura. Martínez Clares, 2012.
Pie de foto: Pilar Quirosa Cheyrouze y Julio Alfredo Egea durante la lectura. Martínez Clares, 2012.
Un gusto leer como disfrutas con la poesía.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Un gusto que tú lo aprecies. Abrazos, amiga.
EliminarEncuntro muy difícil poner letra a la nostalgia, al recuerdo. Dos palabras que siempre van en mi maleta, me gusta vivir con ellas. Me gusta lo que dice Pilar Quirosa y me encantan tus palabras "atrapadas por la tela de araña del recuerdo". Si puediera le pondría Copyright a "ese palco en el teatro de la memoria" que le has reservado al amor.
ResponderEliminarUn beso
Creo que hemos cargado nuestras maletas con las necesidades de primer orden y -qué duda cabe- el recuerdo es una de ellas. Ese teatro del que hablo tiene muchos espectadores; cada uno con su historia, con sus diálogos inolvidables. Y, naturamente, ese olor que simpre deja lo que va pasando. Abrazos
EliminarIntuyo que fue una noche acogedora.
ResponderEliminarTe lo confirmo. De esas que dejan huella.
EliminarQue bueno es didfrutar de loas cosas que nos gustan aunque los demas no puedan entenderlo
ResponderEliminarUn abrazo
Sí se entiende. Es el hábito el que hace al monje. Abrazos.
EliminarTan fuera de todo he estado varios días que se me escapó este acto: le tengo muchísmo cariño a Pilar y un enorme respeto a esa gran persona que es el decano de la poesía almeriense, tan bondadoso como buen poeta.
ResponderEliminar(También yo soy de acariciar ciertos libros).
Un abrazo.
Espero que ya estés de regreso con nosotros y la literatura. La verdad es que siempre pienso que vamos a coincidir en alguno de estos actos. Otra vez será. Un abrazo.
EliminarHola!! Me ha encantado el post que has hecho sobre Pilar. Leyéndolo, la reconozco a ella, su manera de ser, su poesía. Excelente blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pilar es uno de sus versos. La correspondencia es exacta, precisa. Bienvenida al blog. Abrazos
EliminarGran escritora. Gran persona.. y aquellos oídos, mentes y ojos que tienen y tenemos el privilegio de compartir con ella los minutos que se le despistan a la rutina, no podemos más que congratularnos del espíritu inmenso y de la luz que contagian las letras de Pilar.
ResponderEliminarGracias a este blog por compartir el brillo de aquella noche.
(theBee*)
Efectivamente, fue una noche brillante. Qué se repita. Saludos
EliminarNo te conozco, he llegado aquí por azar, pero leyéndote he sentido deseos de haber estado allí. Transmites emoción. Un saludo.
ResponderEliminarLa Poesía debe ser emocionante... de lo contrario se convierte en un tostón. Abrazos, Joselu. Estás en tu casa.
EliminarQué buena velada... quién estuviese más cerca!!
ResponderEliminarLas distancias son un límite insuperable. No somos todavía la anhelada aldea global. Saludos
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