sábado, 21 de julio de 2012

Hoteles de paso

A Gabriel García Márquez. A su memoria inagotable. 
Esa que ya vive en nosotros para siempre.

El aprendizaje consiste en seleccionar, cortar y pegar ciertos contenidos en alguna parte de nuestra memoria. Allí, pueden establecer relaciones afectuosas con otros inquilinos habituales de la misma. Pero Umberto Eco nos avisa: siendo importantes las dos primeras acciones del proceso, si finalmente no recordamos lo que hemos aprendido acabaremos por parecernos a los animales. 
Es cierto que el acceso a demasiada información puede resultar nocivo. ¿Para qué retenerla si está al alcance de un intro? 
Los conocimientos en tránsito ni restan espacio ni dan excesivo trabajo, puesto que su hospedaje en nuestros esquemas resulta efímero. De ahí que algunas de nuestras cabezas se asemejen a esos hoteles que sobreviven lánguidamente en temporada baja. 
Y yo -que cada vez me sumerjo más en las aguas pantanosas del ciberespacio- me pregunto si no estaré próximo a echar el cierre, abrumado ante la evidencia de que una cabeza vacía pesa mucho más que una llena. 
Pie de foto: Como decíamos ayer. Martínez Clares, 2010.

22 comentarios:

  1. Lamentaria ese cierre amigo Jose Luis pues éste hotel tuyo es un lugar cálido que invita a reflexionar, eso tan necesario en éstos tiempos difíciles..

    Un abrazo

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  2. El blog es un hotel inagotable, de puertas abiertas. Este no echa el cierre. Hablo de mi capacidad de aprendizaje. Hace tiempo que me cuesta admitir nuevos inquilinos en mi memoria. Tal vez, todo se nos da hecho porque ¿desde cuándo no hemos necesitado memorizar algo, retener un nombre, un teléfono? Son aprendizajes que duran un instante y después pulsamos el reset. Besos

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  3. Me da pena, e incluso me asusta, pensar qué poco utilizamos la memoria. Tienes mucha razón con lo que comentas en esta entrada. Ahora todo el esfuerzo consiste en apretar un boton. Todo está demasiado a mano. El mínimo esfuerzo es lo que impera.
    Me alegra esa dedicatoria para García Márquez. Me uno a ella.
    Me ha gustado ese . La primera entrada de mi blog llevaba ese título.

    Un beso

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  4. Me ha gustado ese Decíamos ayer..Esto quise decir.

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    1. Y hay quienes son contrarios a su uso. Claro que repetir las cosas como loros no es la solución, pero sería complicado argumentar determinadas cuestiones si no hemos almacenado previamente una serie de datos sobre las mismas.
      El título de la foto es una cita que viene estupéndamente para cualquier comienzo. En todo inicio debe existir una declaración de intenciones y éste dice mucho en pocas palabras.
      Besos

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  5. según leía esta entrada me estaba acordando de eso que decimos a veces, yo al menos, "sé un poco de todo y mucho de nada", siempre será mejor eso que "nada de nada", al menos en el grupo de gente, que como yo, intentan día a día aprender de todos y con todo lo que está a su alcance. Aunque la cabeza recoja un poco de ese todo yo creo que ya es mucho.

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    1. Aprendiz de mucho y maestro de nada, nos dice el refrán. Tienes mucha razón porque si sabes un poquito de todo es que tu memoria está funcionando como es debido. Besos

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  6. En mi opinión hay dos tipos de memoria. Una se basa simplemente en datos que se acumulan como en un disco duro. Creo que poco aporta. Es la memoria del opositor, que repite el tema una y otra vez como quien reza el Ave María.
    Pero hay otra memoria, creo,esa que va llenando a la persona de experiencias, ejemplos, razones, aromas, sentimientos. Y esa va conformando a la persona y su caracter, y se pega a nuestras entrañas. Y por más que frotemos no se va, creo. Un abrazo.

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  7. Completamente de acuerdo, Victor. Los mejores recuerdos tienen su olor. Abrazos

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  8. En fin, la prisa de la vida que nos hace confiar cada vez menos en nosotros mismos. ¿No es esto una manera de control, el depositar nuestra memoria en la tecnología?

    Un saludo José Luis.

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    1. El día que fallen las máquinas... Desde luego, son una fuente de información para la gente informada. Pero para el resto... La información interesada es la mayor fuente de desinformación.
      El otro día en tu Sevilla me cocí a fuego lento. He quedado tiernecito. Un abrazo.

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  9. Siempre he dicho que lo difícil difícil no es encontrar una aguja en un pajar, sino encontrar una aguja concreta en una montaña de agujas. Así ocurre con el conocimiento verdaderamente útil hoy en día: entre tanta información, ¿cuál es la buena?, ¿cuál es la veraz?, ¿cuál merece quedar en nuestra mente?
    Un abrazo.

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  10. Tal vez, la que se queda. Porque alguna conexión debe establecer con lo que sabemos o creemos saber, algún rastro habrá seguido, alguna luz será su cobijo, o quizá una sombra particularmente hermosa. ¿Cuáles son las conexiones a las que se agarra un nuevo huésped en nuestra memoria? Menuda pregunta. Abrazos

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  11. Recuerdo haber leído, otra cosa es dónde, que no somos capaces de crear nada nuevo, sí de transformar, mezclar, pero no podemos obtener nada que no sea reconocible, aunque sea en el subconsciente. ¿Será verdad?.
    Según Eco creo que empiezo a animalizarme, no por exceso, sino porque hay información que prefiero no recordar.

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    1. Muy interesante lo que cuentas, Sergio. Efectivamente, eso hacemos con la información: relacionarla y transformarla. Pero algunas cosas no merecen la pena, ni siquiera después de transformarlas. Es preferible pasar de largo.

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  12. Como se establecen las conexiones neuronales para que una información sea prioritaria y otra no, es todo un misterio, si ya se que se desprenden una serie de neurotransmisores que lo hacen posible, pero en mi caso deben de estar un poco loquillos pues solo consigo acordarme de datos raros y sin valor aparente, en fin una memoria esquiva...

    Besos desde el aire

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  13. Una memoria esquiva, huidiza. Una memoria simpática, pues debe acordarse de cada cosa... En fin, son los caprichos de la memoria y todas son bastante caprichosas... A veces inexplicables. Besos

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  14. Todo gana cuando se ha perdido; todo mejora en cuanto ya no es. Nuestros recuerdos más vivos e indiscutibles son los que de ninguna manera pertenecen al recuerdo. Saber es recordar. Vivir es inventar. Y todo lo que hemos olvidado grita en nuestros sueños pidiendo ayuda. Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.

    Un cordial saludo.

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    1. Comentarios como éste dan sentido a este invento de la memoria colectiva que son los blogs. Un abrazo, amigo

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  15. Recuerdo alguna vez haber hecho un largo viaje por tierras lejanas, del cual no tengo ningún recuerdo físico en el cual palpar aquellas memorias,puesto que me robaron la cámara en donde había depositado todos mis recuerdos y desde ese momento aprendí que todo está en nosotros mismos...tenemos una memoria capaz de almacenar mil recuerdos a la vez y en algunos casos no importa el hotel,albergue y/o hotelito, en el cual nos hemos hospedado, lo más importante es lo capaz que es el ser humano de albergar los más memorables recuerdos que en la vida se han sucitado, porque sólo la memoria es capaz de saborear el placer y percibir ese olorcito de aquellos momentos disfrutados lo cual una máquina, jamás lo podrá hacer!!

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    1. El olfato. Qué veraces son las imágenes que regresan a nosotros a través de la nariz. Efectivamente, no hay cámara capaz de captar ese olor inolvidable que tienen los recuerdos. Abrazos

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