En agradecimiento a Ang
Lee
“Y aunque nosotros, al
mirar uno de esos cuadros, nos pongamos del lado del hombre -qué remedio- poco
a poco empezamos a mirarlo con la misma sensación de tener delante a un ser
incomprensible que tal vez inquieta al animal”.
A. MUÑOZ MOLINA. El atrevimiento de mirar.
No
recuerdo dónde perdí a mi tigre de Bengala.
Debió
de caerse del bote cuando me olvidé de soñar despierto y acepté que la realidad
debe ajustarse a un guión establecido.
El
caso es que anoche volví a sentir su instinto luchando contra la nimiedad del
océano y, entonces, entendí que nuestros destinos no siempre tienen que fondear
en la derrota.
Dejen
que les cuente: yo estaba, una vez más, yaciendo en la rutina. Por eso, para
verlo como es debido, tuve que cerrar bien los ojos. Pasó muy despacio junto a
mí antes de adentrarse en un mundo tan real como inexplicable. Juraría que me
miró como deben mirar los espejismos a quienes más los necesitan. Me pareció exhausto
en su grandeza. Lógico. Dicen que venía de vencer al mar.
Muchas veces (por lo menos para mi) tus post ayudan a despertar mi tigre del bengala!
ResponderEliminarEl tigre que nos debería salvar suele quedarse dormido. Despertémosle de vez en cuando. Con moderación. Claro. Abrazos, amigo Giuseppe.
EliminarComo siempre, el libro mucho mejor que la pelicula.
ResponderEliminarUn abrazo
El libro es mi próximo objetivo. Abrazos
EliminarMe prometí ver la película y aún no he cumplido, siempre quedo mal conmigo mismo.
ResponderEliminarNo te lo perdonarás. Abrazos
Eliminar"Yacer en la rutina"..umm..¡cómo me suena ! Y solo salimos de ella cuando algo nos saca de ese círculo vicioso que es el vivir instalados en el dia a dia.
ResponderEliminarNo sé dónde estará mi tigre pero en su lugar tengo una pequeña gata llamada Tigri que me lo recuerda.
Siempre un placer volver a éste espacio.
Un beso
Los círculos están para romperlos. En eso estamos. Besos
EliminarA mí lo del guión establecido últimamente me molesta más que nunca, me agobia, me obliga a pensar y repensar... Mi tigue debió caerse pues casi a la vez que el tuyo. Será cuestión de volver a soñar, aunque sea despierto..
ResponderEliminarBesos.
Vamos dejando el océano plagado de tigres. Besos
EliminarAlgo así decía Poe si no recuerdo mal en "el pozo y el péndulo": Se atrevía a mirar de frente allí donde el comun de los mortales solo se atreve fugazmente y de soslayo. Creo que era algo así, la cita no es exacta.Un abrazo
ResponderEliminarPoe y otros como Poe. grandes observadores. Vocacionales. Abrazos
EliminarJL, vi el film del genial Lee en 3-D y fue un viaje lisérgico en toda regla. Me alegré que ganara el Oscar en esta última edición; es un gran cineasta. Hubiera preferido a Haneke, pero no me supo mal. La novela de Martel no la he leído. Por lo que atisbé en el film, rezuma ecos de Defoe y Kipling. Sólo hay que ver a ese Sr. Parker atrapado en la piel de Bengala. Abrazos
ResponderEliminarHabrá que rastrear esa novela. Abrazos
EliminarMi progresivo apartamiento de las salas del cine, que lamento horrores, me dejó sin ver esta película tal y como imagino que ha de ser vista. Por lo demás, el primer tigre que me viene a la cabeza es aquél que se paseaba por un cuento de Cortázar y era como un aliento selvático al final de cada línea. Un abrazo.
ResponderEliminarEsos escritores felinos son muy necesarios. Abrazos
EliminarUna película que invita a soñar y deja poso, de lo mejor de 2012. Creo que es la primera que justifica por fin el 3D.
ResponderEliminarUn saludo, José Luis.
En eso estamos, en este sueño permanente del que hablaba Calderón. Abrazos
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