jueves, 14 de enero de 2016

Laberinto de secano

Pelayo retratado a traición. Martínez Clares, 2010.

Uno puede narrar la vida en el pueblo de dos maneras: la primera sería a lo Miguel Delibes en Las ratas. El pueblo como un ecosistema del que nunca se aspira a salir y desde el que se mira con recelo a quienes eligieron aventurarse extramuros de la costumbre; la segunda podría ser a lo Muñoz Molina en El jinete polaco. El pueblo como una cárcel inexpugnable que sólo se soporta si cada noche te sueñas excavando un túnel para escapar de allí.
Yo fui de los que pasé la mayor parte de mi juventud en un laberinto de secano (*) y comulgué, según épocas, con ambos enfoques, pero finalmente excavé mi túnel y me evadí dejando atrás esa otra vida que nunca llegaré a conocer. Pelayo, en cambio, decidió quedarse o, más bien, decidió regresar antes de que fuera demasiado tarde. A él -y a otros como él- el pueblo les debe mucho, aunque sospecho que nunca se lo agradecerá lo suficiente. Por mi parte, yo sí les agradezco que todavía me quede un lugar donde volver.

(*) Joaquín Sabina en Esta boca es mía (Ediciones B, 2010).

10 comentarios:

  1. Limitándome exclusivamente a la imagen...amigo José Luis, es un grandísimo, bellísimo y elegantísimo retrato!!! Mi más sincera enhorabuena. Si luego me traslado al contenido de tu post, te diré que es como si lo hubiera pensado yo mismo...soy como tu: "agradezco mi pueblo porque me guarda un lugar donde volver"..aunque debería volver aprender italiano...!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al pueblo vuelvo para respirar. De vez en cuando, me hace falta oxígeno. Un abrazo

      Eliminar
  2. Una reflexión muy entrañable... Yo no tengo pueblo al que regresar, pero me gustaría. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Es un retrato expresivo de lo íntimo, me gusta mucho. También yo me marché del pueblo, y siempre espero que ellos, los que allí dejo y a los que amo, no me lo tengan demasiado en cuenta. No sé tú pero, cuánto más camino y vivencio, más de pueblo soy, quien me lo iba a decir.
    Como dice Anna, entrañable reflexión.
    Mi abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Aun continuo en el pueblo...cada vez que salgo y veo las maravillas del mundo me digo que he de volver....x dos razones, es un placer volver y ademas asi volverè a maravillarme la pròxima vez que salga...excelente retrato...un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los de pueblo siempre estamos en el pueblo aunque estemos lejos. Un abrazo

      Eliminar
  5. Soy de pueblo, viví en mi pueblo toda la vida. El pueblo, en parte, pudo conmigo, y yo con el pueblo. Fue una época complicada. Ahora comienzo a añorarlo de tanto en cuanto. Creo que no es el momento de regresar. No se si regresaré...tampoco. Demasiadas cruces. El tiempo lo dirá. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El pueblo te lo da todo pero también te lo quita. Acaba quemándote. Sé de lo que hablas. Un saludo

      Eliminar