sábado, 14 de abril de 2012

Las tempestades de un poeta romántico

Los poetas que se ponen demasiado románticos acostumbran a citarse entre líneas con la memoria y candorosamente la llaman llovizna. 
Pie de foto: Recuerdo un campo. Martínez Clares, 2010.

17 comentarios:

  1. A veces una buena llovizna es muy de agradecer
    Un abrazo

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    1. Como la que está empapándonos desde ayer. Tienes, razón, amigo Juanjo, cualquier cosa en su justa medida se agradece. Abrazos

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  2. Y al frio le llaman fresco..
    Será que todo es más leve en los espiritus elevados :-)

    Un abrazo

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    1. El amor es algo tan dulce en sus versos... en fin, yo me dacanto por otra forma de acercarnos al amor. Me vienen a la cabeza Benedetti, García Montero... en sus poemas de amor no se rompen corazones y nadie pierde la vida. El amor se hace más grande cuando lo vestimos de cotidianidad. "Cántame una canción al oído y te pongo un cubata" es algo tan cercano, tan real, que me pone la carne de gallina. Abrazos

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    1. Como siempre, bienvenido, maestro. Desde el Sur, tan cerca. Abrazos.

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  4. La lluvia representa tantas cosas para el romanticismo que se ha convertido en una metáfora de sí misma.
    Cuídate José Luis.

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    1. Las fronteras entre el romanticismo y el patetismo son tan difusas que hay que andarse con cierto cuidado. Las lloviznas tan acarameladas me hacen echar de menos una buena granizada de realidad. Abrazos siempre, compañero.

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  5. O "melancolía de lluvia tras los cristales".

    Yo creo, José Luis, que lo mejor es ser un poeta de "amplio espectro"

    Un abrazo.Y otro para el maestro Antonio Porpetta , autor de uno de los poemas más emocionantes que he leído en mi vida: "Julia Anula..."

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    1. Amigo Miguel: tomo nota de todos tus apuntes, tan sensatos como eficaces. Abrazos

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  6. El amor puede, y debe, perder ese romanticismo de folletín y tomar un carácter realmente romántico, esto es, trágico, llevado al extremo, hasta la muerte si es imprescindible. Dejar de ser llovizna y convertirse en tormenta, apurando hasta en tormenta tropical, destructiva e impredecible. El amor es una lucha cruenta e irrenunciable entre los amantes, donde sólo cabe la victoria del más débil. La rendición sin condiciones sólo tiene valor si quien se entrega es quien posee la fuerza suficiente para vencer.

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    1. Un comentario totalmente descarnado, muy alejado del folletín. La última reflexión ya ocupa un lugar en mi memoria poética. Abrazos

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  7. Tormentas y huracanes, versos que descolocan y se clavan en la piel como las espinas de las rosas...
    Besos desde el aire

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  8. Gracias por tus palabras y por tu emoción.
    Un gran abrazo.

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  9. Electromagnetismo en esa foto: corrientes continuas que se entrecruzan, miradas y caminos. Una maravilla.

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