Determinadas lecturas científicas pueden afectar decisivamente a la relación amorosa.
Hormonas, descargas neuronales, glándulas que escupen adrenalina, células excitables,
nerviosas, neurotransmisores o carreteras que nos conducen infatigablemente allí donde se ejerce el placer.
Si el deseo, la insoportable soledad o esta necesidad imperiosa de yacer a tu lado se reducen, como el hambre o la sed cuando no son metáfora, a una mera concatenación de elementos químicos y descargas eléctricas en el cerebro, entonces quizá la más bella forma de amor habría de ser el canibalismo.
Pie de foto: Mujer. Martínez Clares, 2010.
Y en verdad mucho hay de canibalismo cuando le decimos a la persona querida que nos la comeriamos a besos
ResponderEliminarUn abrazo
La verdad es que el hambre ha sido siempre una metáfora muy recurrente en temas de amor. Abrazos
EliminarSolo pensarlo me revuelve las tripas, si esa fuera la forma de expresar amor... No quisiera amar a nadie.
ResponderEliminarBesos desde el aire
No es más que un recurso estilístico. No obstante, es igualmente repugnante que se intente racionalizar un sentimiento que es, con frecuencia, poco razonable, porque, además, es esa falta de razón, ese enigma, lo que lo hace mágico. Naturalmente, no vamos a negar que los científicos tienen razón, como casi siempre. Sabina leyó un artículo muy parecido y quedó impresionado por la certeza de que el amor es una cuestión de física y química. Abrazos
EliminarEl amor te impele hacia un punto al que no puedes llegar. Me evoca a Cortázar:
ResponderEliminar... te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ... porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo ... me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, ...
Espeluznante... y no me considero un acólito de Cortázar.
EliminarQuizás la máxima expresión del amor en el reino animal sea, entonces, el que siente la Mantis Religiosa hacia su pareja.
ResponderEliminarAfortunadamente, todavía hay leyes que nos protegen de los amantes más apasionados.
EliminarSi el amor es el principio, el fin de todo ¿ qué podemos hacer más dejarnos devorar por esa pasión ? No obstante..
ResponderEliminarque te coman a besos no es lo mismo que ser vampirizado a mordiscos jeje
Un abrazo
Has captado perfectamente cuál es el concepto del canibalismo amoroso. Mi protesta es que reduzcan el amor a una función corporal como lo son el hambre o la sed, pues, aún siendo así en esencia, en el amor intervienen otros factores más interesantes, menos predecibles y difícilmente controlables. Un abrazo
EliminarUn frutal canibalismo, crisol de los sentidos, pues todos se conjugan en el acto de amarse: mirar, oler, tocar, oír, soborear...Sin más contención que la intensidad de la mordedura (exclusiva del vampirismo, como apuntaba abril). Así, nuestro Miguel Hernández la marca en la dentadura de su pequeño: "Frontera de los besos serán mañana..."
ResponderEliminarTengo hambre: http://riografia.blogspot.com.es/2010/10/hambre.html
Un abrazo, José Luis
Has logrado abrirme el apetito poético. Deslizas palabras que son poesía. Abrazos.
EliminarDesde luego, si equiparamos el amor a la sed o el hambre, lo convertimos en una mera función fisiológica. Una necesidad inaplazable. Cuando los boleros más arrebatados se expresan en esos términos extremos, supongo que se trata de figuras poéticas. Entiendo que en el amor hay algo más.¿que digo? mucho más.
ResponderEliminarSin embargo tienes razón,no se por que eso se ha ido extendiendo en el lenguaje cotidiano,obviando otras facetas más profundas.Saludos.
Es reducirnos a meros instintos básicos que, por otra parte, también resultan deliciosos. Pero, lo dicho, en el amor participan otros factores además de los puramente químicos. Saludos
Eliminar¿Hacer el amor o diseccionarlo? Mejor apagamos las luces del laboratorio y encendemos una mirada voraz: comer con los ojos, apurar la otra piel con la yema de los dedos.
ResponderEliminarHace tiempo que sospecho que la poesía es un destino que terminarás por frecuentar. Este comentario me lo confirma. Un abrazo.
EliminarTodo es química, expecto la química, esa construcción de nuestra mente y nuestra necesidad de conocer, de anticiparnos a lo imprevisible, de vencer el miedo, el más profundo de los instintos.
ResponderEliminarSí. Química y alguna idea más o menos equivocada. Eso es algo que nos resume bastante bien.
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