miércoles, 9 de enero de 2013

Caretas

Oscar Wilde nos dijo que "el verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible”. Por eso, Felipe Benítez Reyes ha hecho de su último poemario -Las identidades- una verdadera crónica de la realidad más cercana y, a la vez, más desconocida. 
El enigma de la vida se hace patente sólo cuando la miramos de frente. Entonces, descubrimos que tal vez seamos “ese sable que se clava en el vacío”, los colonizadores de un mundo que nunca existió. De poco vale regresar a los “reinos imaginarios” de nuestros atlas infantiles, cuando aún éramos dueños de todo sin tener apenas nada, o buscarnos en cada uno de nuestros viajes y en los espejos que nos anticipan quienes seremos mañana.
Pero ¿qué hay debajo de cada una de las capas sucesivas que nos esconden? ¿Qué quedaría de nosotros si desapareciesen todas nuestras caretas? 
Quizás todos cargamos con nuestra nada, con nuestro nadie, pero hoy tengo Las identidades entre las manos, aquí, muy cerca, justo al final de mi mirada.
Pie de foto: Las identidades. Martínez Clares, 2007.

21 comentarios:

  1. Me encanta Benitez reyes y tu texto me ha parecido magnifico
    Personalmente creo que detras de todas esas caretas no quedaria absolutamente nada
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso se desprende de la lectura, aunque siempre hay que hacer un guiño a la esperanza, como hace Benítez Reyes en alguno de sus magníficos poemas. Estamos, ciertamente, ante un poemario redondo. Abrazos

      Eliminar
  2. El mundo que representamos siempre ha sido extraño, y yo también. La fiabilidad del mundo y las personas que nos rodean no es sino una frágil apariencia, y basta una sacudida para que los decorados y las máscaras se vengan al suelo y revelen los horrores que encubren.Nuestro mundo posee un espacio que pudo ser y sigue sin existir. "No es que este mundo no exista, sino que su realidad no es tal. Todo parece existir y nada existe." E.M.Cioran. No vivimos en la realidad; vivimos en una descripción de la realidad. Es decir, fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real. Nada se sabe, todo se imagina.Y volviendo a Oscar Wilde: "La mayoría de los hombres y mujeres se ven obligados a interpretar papeles para los que no están dotados". Ay,amigo,en este mundo de las apariencias visibles las cosas pertenecen a quienes las poseen, y están sometidas constantemente a la ley de la indiferencia.Vivimos en la irrealidad más delirante, en un mundo monstruoso.La verdad siempre es una falsa ilusión.

    Magnífica reflexión que nos entregas hoy.

    Fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi reflexión le sucede la tuya, que no es moco de pavo. ¡Cuánto aprende uno pasando por vuestros comentarios! Un abrazo

      Eliminar
  3. El mundo es una obra de teatro con un mal reparto..no recuerdo quién lo dijo, pero el caso es que todos llevamos "caretas".
    Me gustan los espacios, como el tuyo, que nos dejan ver al menos el lado más sensible del hombre.

    Un beso a cara descubierta

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El gran teatro del mundo... y ya llega el carnaval con sus máscaras cotidianas. Besos

      Eliminar
  4. No estoy seguro de que bajo todas esas caretas quede nada sino lo contrario, todo, la esencia, la verdad que no lo real, las realidades se van deformando conformen se desnudan las capas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si nos vamos quitando las caretas (la de trabajador, la de padre, la de amante, la de hermano, la de hijo, las muchas que tiene la amistad, la ideología política, las creencias religiosas...), lo que quede debajo seremos nostros. Efectivamente, para unos será mucho. Para otros nada. Nadie. Depende de la perspectiva. Como todo. Yo confío en que quede algo y que le gusten el cine y los libros. Abrazos

      Eliminar
    2. Seguro que te gusta, lo que yo puedo ver entre tus capas te aseguro que resulta agradable.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Un baile de máscaras, una ópra bufa con signos de interrogación constantes. En esas estamos. De nosotros depende la titánica labor de ir desmenuzando matiuskas hasta ver que queda. Excelente texto al que no encuentro disfraz. Anoto el libro. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese ir quitándose máscaras sería un buen argumento para una película intrigante. A ver en manos de quien cae. Abrazos

      Eliminar
  6. Tal vez en eso consista el extrañamiento del espejo, en que anticipa el que seremos, como dices, cuando nos obstinamos en perfilar el que ya no somos, en buscarlo de un lado y del otro hasta que de pronto surge la careta: el que queremos creer que aún seguimos siendo.
    Tengo pendiente descubrir la obra Benítez Reyes, y sospecho que empezaré por la prosa.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo conozco al poeta y articulista Benítez Reyes. La prosa la llevo un poco postergada, pero todo se andará. Frente al espejo, todos vamos un paso por delante de donde quisieramos estar. Un abrazo

      Eliminar
  7. Si nos vamos quitando caretas muchos de nosotros dejariamos de exiistir.

    un abrazo

    fus

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No del todo. Algo quedaría, al menos las cenizas o el polvo. Hay que ser más optimistas que Góngora en su soneto: la nada resulta poco atractiva como para buscarla. Abrazos

      Eliminar
  8. Mascaras venecianas en pleno carnaval, pieles de látex de falsos agentes secretos y el tiempo que viaja al revés como en el cuento de Fitzgerald, “El extraño caso de Benjamin Button”. Amigo, JL. Me da miedo verme delante del espejo como a Dorian Gray. Todo un homenaje al gran Benítez Reyes. Escritor, poeta y traductor de alto calibre. Si no fuera por su saber, cuantos estaríamos huérfanos de la poesía de Nabokov y muchos más. Por cierto, una foto extraordinaria. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay puentes que nos llevan a ninguna parte. Y claro, la memoria ya no habita en los espejos. Allí, sólo encontrarás el presagio. FBR... un poeta necesario. Abrazos

      Eliminar
  9. Quizás lo que haya debajo sea el alma, la esencia, eso no puede cambiar,iremos poniendonos y quitandonos caretas a lo largo de la vida, pero hay algo que no cambia y es lo que podemos entender por el alma de cada individuo. La vida es un sueño y nos despertaremos a una realidad...algún día. un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En "21 gramos" de González Iñárritu, Sean Penn debió quitarse todas las caretas porque llegó a esta misma conclusión. Besos

      Eliminar
  10. Me permito señalar un grandisimo autor italiano que ha tratado con maestria este tema de las caretas (maschere en italiano, léase maskere): Luigi Pirandello...al final de estas caretas está el yo más profundo, aquel con el cual deberíamos aprender a llevarnos bien, escucharlo y comportarnos de consecuencia....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Confieso que no lo he leído, aunque he leído mucho sobre él. Anoto su nombre en mi libreta de las asignaturas pendientes. Un abrazo, amigo Giuseppe.

      Eliminar