Me ha regalado un libro. Viene sin dedicatoria. Lo he dejado sobre su mesa disimuladamente. No tengo prisa. Puedo esperar.
Le sugiero que no se puede comenzar una historia hasta que alguien escribe sus primeras palabras.
Pie de foto: Dedicatoria. Martínez Clares, 2009.
epa, me ha dejado pensando,
ResponderEliminarsaludos
Lo mismo me pasó a mí. Un abrazo
EliminarMuy sutil por tu parte
ResponderEliminarUn abrazo
Una sutileza sin dedicatoria. Un abrazo
EliminarInteresante, JL. Hasta un Papá Noel despistado con estos fríos podría resbalar por el tejado. Abrazos
ResponderEliminarVivimos en días de resbalones. Abrazos
EliminarTodos los libros que he regalado iban con dedicatoria incluida una vez confirmado que eran del agrado de quien lo recibía, ahora los e-book ya no permiten ese pequeño placer, aunque sigo siendo de tocar papel.
ResponderEliminarEl papel tiene ese aroma de la lectura. Cuando cojo la tableta, siempre tengo la impresión de que voy a realizar unas consultas. Abrazos
Eliminarinteresante libro gracias por la recomendacion
ResponderEliminary es verdad... la sensacion de lectura entre un libro y una tablet no se asemejan... sigo eligiendo lo libros y el olor a papel para grabdes historias...
saludos
Me alegra verte por aquí. Saludos
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