Traía “la sabiduría del placer en la enorme paciencia de sus manos” y, con voz sosegada, derramó sus bebedizos por la sala.
En su selección poética "Luna hiena", Rosa Díaz conspira contra el amor sumiso en una serie de reflexiones románticas, rotundamente románticas.
Probé lo suficiente como para pensar que, si Antonio Gamoneda pudiese escribir con los pies en el suelo, en lugar de "Lápidas" (Abada Editores, 2006) habría escrito algo parecido a esta luna carroñera.
Pie de foto: Ojalá hubieras venido. Martínez Clares, 2008.
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