sábado, 29 de enero de 2011

El nuevo mundo

Adam Smith, que siempre se sintió un clásico, pensaba que para que una sociedad floreciese era condición indispensable que prosperasen paralelamente cada uno de sus integrantes.
Siendo así, debe haber alguien que tutele mi prosperidad mientras duermo.
Otro clásico, don Fabrizio, Príncipe de Salina en Il Gattopardo (Luchino Visconti, 1963), nos avisa con el paternalismo propio de un jerarca: si queremos que todo se quede como está, es preciso que cambie todo.
Pie de foto: Náufragos. Martínez Clares, 2008. Fotografía analógica.

2 comentarios:

  1. EL NUEVO MUNDO.
    Literatura, cine y fotografía. ¿Qué tal quedaría cerrar este círculo creativo con un poco de música? La Sinfonía del Nuevo Mundo, compuesta por Antonin Dvorak, viene como anillo al dedo. De los cuatro movimientos sugiero el primero, aunque cualquiera de ellos te hace navegar por la fotografía. Basta cerrar los ojos y escuchar.
    Elbarea.

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  2. Una sugerencia acertadísima, compañero Ángel. Los músicos siempre a lo vuestro. Gracias por el comentario.

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