MJ: no puedo imaginar otra forma de caridad. Hoy más que nunca, conviene volver a sentarse ante "Plácido" del maestro Berlanga. En ella, reside el fervor ético de esta sociedad nuestra. Un abrazo.
Lolita: efectivamente, decidir es la mayor contraindicación que tiene la libertad. De eso podríamos hablar durante horas sin decidirnos por ninguna opción de las posibles. Pero, ¿quién puede decidir realmente?
Miguel: eso supondría un igualitarismo inaguantable. ¡Qué ordinariez! Es un tema que, aunque dramático, requiere una cierta dosis de cachondeo. Abrazos.
Europa siempre fue apariencia. Somos los abanderados en cuanto a derechos humanos se refiere y a la vez el pilar derrumbado que intenta sostener un modo de vida que oprime la libertad del ser humano. Para bien y para mal la dignidad se ha perdido y sólo queda indignación. La pregunta es: ¿Algún día los ricos también se indignarán y saldrán a la calle?
Hola querido José Luis: Ante todo gracias, muchas gracias por tu visitas y tus comentarios. Me encanta leerte. Por otro lado... ¿Hemos decidido?... hummm... ¿En la vieja Europa?... no sé yo ni quién lo decide ni desde donde, lo que sí sé es que LO ESTAMOS CONSINTIENDO!
Me gusta mucho visitarte. Un beso de esta madrileña en Sevilla.
Beatriz: no sé si nos queda otra opción... ten en cuenta que hemos dejado de ser ciudadanos para convertirnos en consumidores y éstos no forman sociedades sino mercados. Un placer tenerte por aquí. Besos
Los pobres siempre son los más débiles y perjudicados para todo, es lamentable que así sea, mientras que los ricos viven malgastando lo que tienen, los pobres se alimentan de migajas.
Si entendemos como caridad las migajas que dejan caer los ricos, sin duda ésa es la solución.
ResponderEliminarGran reflexión, José Luis.
Un abrazo.
MJ: no puedo imaginar otra forma de caridad. Hoy más que nunca, conviene volver a sentarse ante "Plácido" del maestro Berlanga. En ella, reside el fervor ético de esta sociedad nuestra. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Y mientras se llenan los bolsillos de los ricos, Qué debe pasarles al resto?
ResponderEliminarUy que temita....
Besico muchos.
Los pobres no necesitamos caridad...Solo soluciones y trabajo.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Pero, ¿hemos decidido bien? Difícil la profesión de decidir..difícil..
ResponderEliminarLa casa encendida: mientras tanto podemos jalear cada comunicado de las agencias. Besos
ResponderEliminarRosa: soluciones y trabajo son los derechos que los poderosos creen concedernos caritativamente. Besos
ResponderEliminarLolita: efectivamente, decidir es la mayor contraindicación que tiene la libertad. De eso podríamos hablar durante horas sin decidirnos por ninguna opción de las posibles. Pero, ¿quién puede decidir realmente?
ResponderEliminarSon las paradojas de un sistema perverso
ResponderEliminarUn abrazo
Juanjo: cuánta razón tienes. Abrazos.
ResponderEliminar¿Qué sería de los ricos sin pobres?
ResponderEliminar¿No es esa, por otro lado, la historia de la Humanidad?
ResponderEliminarMiguel: eso supondría un igualitarismo inaguantable. ¡Qué ordinariez! Es un tema que, aunque dramático, requiere una cierta dosis de cachondeo. Abrazos.
ResponderEliminarJuan: la historia cíclica de la humanidad.
ResponderEliminarEuropa siempre fue apariencia. Somos los abanderados en cuanto a derechos humanos se refiere y a la vez el pilar derrumbado que intenta sostener un modo de vida que oprime la libertad del ser humano. Para bien y para mal la dignidad se ha perdido y sólo queda indignación.
ResponderEliminarLa pregunta es: ¿Algún día los ricos también se indignarán y saldrán a la calle?
Cuídate.
Rafael: prueba a tocarles el bolsillo. Me cuido, Rafael... lo justo. Un abrazo
ResponderEliminarHola querido José Luis:
ResponderEliminarAnte todo gracias, muchas gracias por tu visitas y tus comentarios. Me encanta leerte.
Por otro lado... ¿Hemos decidido?... hummm... ¿En la vieja Europa?... no sé yo ni quién lo decide ni desde donde, lo que sí sé es que LO ESTAMOS CONSINTIENDO!
Me gusta mucho visitarte.
Un beso de esta madrileña en Sevilla.
Triste "decisión". No participo de ella ¿dónde está la ventana de quejas y sugerencias?
ResponderEliminarBeatriz: no sé si nos queda otra opción... ten en cuenta que hemos dejado de ser ciudadanos para convertirnos en consumidores y éstos no forman sociedades sino mercados. Un placer tenerte por aquí. Besos
ResponderEliminarSergio: el libro de quejas son las elecciones, pero ¿dónde están las opciones? Saludos
ResponderEliminarLos pobres siempre son los más débiles y perjudicados para todo, es lamentable que así sea, mientras que los ricos viven malgastando lo que tienen, los pobres se alimentan de migajas.
ResponderEliminarUn beso.
María: los unos no podrían vivir sin los otros. De ahí las migajas. De ahí el poder. Besos.
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