No se acaban los malos tiempos
para la lírica. Se me ocurren, al menos, dos razones para esta perseverancia:
la primera tendría que ver con los planes de estudio. Resulta imposible
conectar con los intereses de nuestros chavales si la Poesía que se enseña en las
escuelas nada tiene que ver con ellos. Por decirlo de alguna manera, Góngora no
debería ser el punto de partida sino el de llegada. Pero puede que la principal
causa de los males de la lírica seamos los propios poetas, pues, si algún mortal
se atreviese a tocarnos, seguramente se mancharía las manos de dorado.
Pie de foto: Dante, en
¿Y empezar por Ángel González, por ejemplo? En esta época de lectura superficial propiciada por internet sería difícil plantear un plan de estudios atrayente, primero cambiemos los hábitos.
ResponderEliminarUn saludo, José Luis.
Firmo ese comienzo, amigo: "Para que yo me llame Ángel González..." Lo que sigue siempre será joven aunque Ángel se nos haya muerto. Un abrazo
EliminarSe me hace difícil comentar esta entrada, no soy maestra, ni experta en poesía tampoco. Hoy, nuestros niños y adolescentes necesitan orientarse a la ternura, acercarse a ellos mismos también, el amor, la fe, las emociones propias, son temas "extraños" que hay que normalizar. El lenguaje figurado que ofrece la poesía es un útil magnífico para reflexionarlos y asimilarlos. Con qué poetas hacerlo, eso os lo dejo a los maestros. Genial la reflexión sobre Góngora.
ResponderEliminarUn beso.
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ResponderEliminarAñadir que los poetas hay que tocarlos, siempre que se sepa hacerlo.
ResponderEliminarAmiga, Sete: tocarlos si se dejan... los hay de muy diverso pelaje. Bromas aparte, me refería a que tenemos que normalizar la poesía, es decir, bajar de los Olimpos, porque la poesía está para emocionarnos y difícilmente nos puede emocionar si los versos no transitan a ras de suelo. Por cierto, para no ser "experta" en poesía eres un magnífica poeta. De las que emociona. Besos
ResponderEliminarBajar del pedestal sin duda.Nada resulta más frio que una estatua en medio del parque.
ResponderEliminarY volver aquello tan simple y tan hermoso : "poesía eres tú"
Besos, poeta
Ah, qué gran verso. Ni lo manido que está le resta contundencia. Imagino la cara de aquella muchacha. Uff. Un beso, amiga
EliminarNo se si los conceptos de poesia y plan de estudios pudieran legar a ser antiteticos....no debiera ser pero creo que nos entedemos, aunque sea en prosa...un abrazo
ResponderEliminarNo lo son, pero deberían serlo. No hay nada menos educativo que la Programación (en ella no hay cabida para la improvisación, la originalidad ni el talento) pero a eso nos han llevado los legisladores. La Poesía, como cualquier arte, no puede aprenderse traicionando su propio espíritu creativo. A tu reflexión es a dónde deberían llegar los tipos del Ministerio. Un abrazo, Víctor
EliminarYa lo dijo Flaubert. "A los ídolos no hay que tocarlos porque se puede quedar el dorado en las manos". Parece ser que muchos, muchísimos..., se creen en el Olimpo... Vivir para ver. ¡Feliz año 2016, amigos!
ResponderEliminarDe Flaubert viene todo. Unas palabras te llevan a otras... feliz año, amiga.
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