Los 091 en su plenitud artística. |
Faltan soñadores,
no intérpretes de sueños,
artistas del alambre, música de afilador.
A ti te mandan rosas
y son de
invernadero,
a mí cartas de amor escritas en ordenador. (*)
La música se agarra a la
juventud: la música con su parafernalia de cueros y greñas, de tupés y
litronas, de sueños quebrantados y resaca; la música que es la argamasa de la
tribu, que diseña sus vestiduras, sus leyendas y sus vicios sin ánimo de crear
tendencia, que se cuela en la mirada de sus adeptos, en sus ojos desafiantes de
animales apaleados; la música con tanta prisa por vivir, tan marginal y tan
efímera. Y sin embargo, veinte años después, sigue aquí, con nosotros, como si
de una maniobra de resurrección se tratase, ella que nunca quiso perdurar,
sonando incansable en nuestra memoria.
(*) Los versos iniciales son de
Huellas, un tema de José Ignacio Lapido para el disco “Tormentas imaginarias”,
publicado en 1993 por Poligram Ibérica.
091 - Cuando pierdo el equilibrio.
Si bien no soy seguidora de "los Cero", -de hecho, la primera vez que oí mencionarlos fue en "Versos para descreídos" si la memoria no me falla-, decir que este tuyo es un espléndido artículo de interés cultural, escrito con pasión por un fan reflexivo y con gran capacidad de análisis. Una columna digna de cualquier diario de prestigio, salvadas las distancias con LGC. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, amiga. Tus palabras son siempre gasolina para hacer camino. Besos
Eliminar"Cuando pierdo el equilibrio" es mi favorita de "Más de cien lobos". En cuanto a "Huellas" mi camiseta de los Cero tiene impreso un verso de esa maravilla de canción. Como verás también los Cero pusieron y ponen buena parte de mi banda sonora. Tengo muchas ganas de verlos en vivo dentro de esta gira. Si no vienen por Valencia estoy dudando en estos momentos entre Granada, Zaragoza o Benidorm. Este último me pilla más cerca pero es también un festival. Abrazo.
ResponderEliminarYo voy a verlos en Granada y Almería. Tampoco me gustan los festivales. Si tengo que elegir, me siento a comer y evito el picoteo. Costumbres burguesas, imagino. Un abrazo, amigo
Eliminar