Repasar los títulos de un autor puede ser una buena
manera de medir su optimismo: Víctor del Árbol ha ganado recientemente el
Premio Nadal con su novela “La víspera de
casi todo” (Destino, 2016); en cambio, yo titulé mi segundo poemario como “Vísperas de casi nada” (Ilmo.
Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, 2011). Aunque parece que el resultado no
deja lugar a dudas, pueden ustedes hacer sus apuestas.
He leído dos de sus libros, La tristeza del samurai y Un millón de gotas. Me gustó más el segundo. Para mi vida personal, me quedo con el título de Víctor del Árbol. Tu título se acerca más al triste panorama, y al día a día, que estamos viviendo.
ResponderEliminarUn beso
Yo también prefiero el primero para mi día a día... aunque no acabe de suceder. Besos
EliminarNo olvidemos que "Vísperas de casi nada" también se hizo con el favor de un jurado y publicación, es lo que cuenta al fin y al cabo. Y un apunte, qué sería de los poetas sin las sensaciones amargas, amigo. Oportunísima la similitud de esos títulos...
ResponderEliminarParecidos y contradictorios. Leeremos a Víctor para ver que nos ofrece. Besos.
Eliminarhe aquí dos tipos a los que me gusta leer
ResponderEliminarQue te guste leer a Víctor, me invita a leerlo. Un abrazo
EliminarDos miradas bien distintas,somos únicos Jose luis cada uno en lo nuestro, precisamente por eso no son contradictorias.
ResponderEliminarBesos
Únicos e irrepetibles, aunque nos quieran uniformar. Besos, amiga.
EliminarCuriosidades... o tintineos volátiles que se ven por aquí y por allá. Y dice uno, pues mira: me gusta ese título...
ResponderEliminarSon dos buenos títulos. Besos
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