Portada de La isla del tesoro en su edición en USA de 1911 y mapa de la isla en la edición británica de 1883. |
Podría haberlo firmado el mismísimo Robert Louis
Stevenson, pero he de hacerlo yo porque el genio escocés ya no está entre
nosotros y no todos los días se descubre a un personaje literario de esta magnitud.
Si asumo este compromiso es porque supone una verdadera excepcionalidad que el
maestro pregunte cuáles son los distintos tipos de mapas que existen y un
pequeño John Silver, como surgido de entre la bruma de los pupitres, con gesto casi
fantasmagórico, levante su mano para preguntar: ¿Se puede poner el mapa del tesoro?
Me hago cargo de que el maestro no debe decir esto, pero yo sí: para comérselo, el enano...!
ResponderEliminarBesotes.
Además de buen apetito, tienes toda la razón. Besos
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