Tengo una visión matriarcal de la economía.
Recuerdo a mi madre haciendo malabarismos para no gastar más de lo que ingresaba, que por cierto nunca fue mucho.
Hubo dificultades, pero donde existe el sentido común no hay que delimitar las satisfacciones por escrito.
A diferencia de los mercados, algunos ciudadanos siempre han sabido que lo peor de una ruina es intuir que ya está cerca y esperarla con exquisita resignación.
Pie de foto: A lo pobre. Martínez Clares, 2011.
La mayoría de las madres son muy buenas economistas. Deberían enseñar en la facultad de económicas...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Rosa: sin nuestras madres, este país llevaría hundido varias décadas. Besos.
ResponderEliminarLa mia se saco el doctorado en economia familiar con cum laude...de paso le dieron el titulo de equilibrista
ResponderEliminarUn abrazo
Juanjo: a veces, me pregunto cómo podían estirar tanto unas "perrillas". Abrazos
ResponderEliminarLo cierto es que sin la sabiduría y empeño de las madres, todo se hundiría.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y buen finde.
:)
Nadie nos enseñó a ser economistas pero hay que ir aprendiendo, a lo largo de la vida, a no gastar más de lo que se ingresa.
ResponderEliminarBesos.
Amigo José Luis, cuando las deudas pierden la "e" de esperanza de pagarlas se convierten en dudas. Pero lo peor de lo peor es decir lo malo-malísimo, pésimo, que tiene la ruina cuya cercanía intuimos algunos ciudadanos, es que nos es sobrevenida no por las deudas propias, sino por las de otros: las que generaron en su aciago día los mismos mercados que hoy nos asfixian. De la resignación a la indignación sólo hay un paso.
ResponderEliminarUn abrazo
Andri: seguimos a flote. Abrazos.
ResponderEliminarCarla: no se puede gastar lo que no se tiene. Besos
ResponderEliminarMiguel: ¿Podría plagiarte? Bromas aparte... totalmente de acuerdo. Abrazos.
ResponderEliminarCierto. Las cuentas de la abuela nunca fallan.
ResponderEliminarPasé a saludarte, me gusta darle calor a los blogs amigos.
ResponderEliminarUn abrazo y besotes José Luis. Buena semana.
Sergio: dos más dos, cuatro. Saludos.
ResponderEliminarAndri: qué calorcito más bueno. Abrazos.
ResponderEliminarahorrar es un don realmente.
ResponderEliminarDavid: un don frecuentemente imposible de desarrollar. Saludos
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