Le conocí en Aguilar de Campoo.
Yo iba a recoger un premio literario y él venía de recibir unos cuantos.
Ni siquiera tengo su correo electrónico. Tan sólo intercambiamos libros, dedicatorias, direcciones postales.
Ni siquiera tengo su correo electrónico. Tan sólo intercambiamos libros, dedicatorias, direcciones postales.
Al regresar a mi hotel, leí sus versos. En ellos, perdura el recuerdo del tiempo que nos queda por vivir.
Sin Manuel Laespada Vizcaíno , sin otros como él, la vida no sería más que una palabra imprecisa borroneada sobre un folio en blanco.
Pie de foto: Retrospectiva del olvido. Martínez Clares, 2007.
Admiro a los que, como tú, sabéis encontrar la palabra precisa con la que vestir un folio en blanco.
ResponderEliminarLa fotografía es muy bonita.
Un beso
Hay personas que sin saberlo nos tocan con sus letras haciendo que nuestra vida sea un poco menos negra...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Myra: muchísimas gracias. A veces, los folios en blanco se empeñan en seguir siendo blancos. Abrazos
ResponderEliminarRosa: no seamos pesimistas aunque estemos cruzando el otoño. Negra... lo que se dice negra... a ratitos. Besos
ResponderEliminarPor suerte, tenemos tiempo de corregir esa palabra
ResponderEliminarPues tendre que leer algo de el
ResponderEliminarUn abrazo
Juan: incluso podemos lograr perfeccionarla. Saludos
ResponderEliminarJuanjo: poesía en pequeñas dosis para dar luz a los grandes temas. Abrazos
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