Para volar no es necesario alcanzar una colosal cifra de millas recorridas a lo Ryan Bingham en Up in the air.
Para volar -como es debido- bastaría con parecerse a ese hombre que está solo en una sala de espera y que, de repente, escucha una melodía de John Barry a través del hilo musical; bastaría con que tus ojos, como los suyos, se asomasen al mundo desde otro ángulo y que toda África desfilase bajo tus pies; con que, cuando la enfermera abriese la puerta de la realidad para avisarte de que al fin es tu turno, le respondieses mientras aterriza tu estúpida avioneta: “Yo tenía una granja en África”.
Pie de foto: Atrapado al vuelo. Virginia Vico Valdivia, 2009.
Puedes volar incluso desde el sofa de tu casa mientras lees un buen libro.Yo lo echo muchoisimas v eces
ResponderEliminarun abrazo
Estoy volando, amigo Juanjo. Un abrazo
EliminarTienes toda la razón para volar solo es necesario imaginación y menos mal...
ResponderEliminarSigamos volando que los aterrizajes en la realidad suelen ser muy duros.
Besos desde el aire
Hay que aterrizar únicamente para repostar y resolver unos cuantos aspectos técnicos. Me voy. Despegamos de nuevo. Besos
EliminarMuy bonito. Volar así es muy placentero y, sobre todo, barato.
ResponderEliminarUn saludo
Low cost... y además sin chinches y con el tanque lleno. Saludos
EliminarY qué facil dejarse llevar por esa banda sonora, cerrando los ojos el vuelo es más placentero. Todo lo demás queda allí abajo muy lejos a vista de pájaro..
ResponderEliminarBesos soñador :-)
Con frecuencia, me dicen que estoy en otro mundo. Pero es que la realidad tiene pocos matices interesantes. A vece, se hace demasiado repetitiva y cotidiana como prestarle excesiva atención. Besos
EliminarYo he volado más de una vez escuchando a John Barry. He volado en una vieja avioneta de color amarillo y he sentido el tacto de una mano agarrando la mía. Es una sensación única.
ResponderEliminarUN beso
John Barry es un comandante sensacional. Alguno de mis mejores vuelos llevan su firma. Besos
EliminarSoy una experta en volar de la forma que tú dices jajjajajajja.Un perfume...una canción...un olor...nos hacen volar a sitios por los que pasamos...historias que vivimos...gente a la que amamos...
ResponderEliminarMill besitos, me tomé el verano un poco de descanso por eso hacía muuuucho que no te visitaba:(:( pero creooo que puedo comenzar de nuevo:)
El verano es una estación estupenda para desaparecer, pero yo me alegro de tu regreso. Nos quedan por delante el otoño y sus derivados... después volveremos a escaparnos. Saludos
EliminarDesde mi tejado, también frágil, miro hacia abajo: ¿Ignoran acaso que no hollan terreno seguro, que vivimos en permanente toque de queda, que a la vuelta de cada esquina les acechan lo invencible?
ResponderEliminarAdolescente fui en días idénticos a nubes.
Buen texto,amigo
Amigo Francisco, ¿Qué otra cosa podría ser la adolescencia? Menudo verso. Bello. Preciso. Abrazos
EliminarEra el Gentleman de las soundtracks, qué clase se gastaba el gran J. Barry. De fondo, mientras posteo está sonando “Icarus” de Howard Shore y Howard Hawks lo pilota. Genial y a volar JL. Abrazos
ResponderEliminarSiempre que vamos a tomar tierra, alguno de estos genios se empeña en levantar el vuelo nuevamente. Qué obstinado es el talento de los aviadores. Abrazos
EliminarExacto. Practicar esa evasión, esa puesta en fuga, es tan placentero como recomendable, sobre todo si la enfermera es la que da paso a la temible silla del dentista. Desde luego una vez se ha tomado altura y suena Barry, el de la bata blanca que enrede lo que quiera, uno ya divisa los ñus y las jirafas te saludan cuando pasas. Un abrazo.
ResponderEliminarNunca menciones la soga en casa del ahorcado. Tengo una visita pendiente al dentista que suelo posponer sine die. Un abrazo
EliminarLástima que la enfermera desvanezca de golpe la imagen grandiosa de África ahí abajo, un manto de aves destejiéndose al paso de la sombra de la avioneta, una música no menos grandiosa de John Barry… Como se decía en “Sangre de mayo” sobre El Quijote, cuántos de nosotros tenemos alas pero no, aquí y ahora, aire para moverlas. Abrazos.
ResponderEliminarEsas citas magistrales que dicen tanto con tan poco. África merece que la sobrevolemos más a menudo y por eso le escribieron esas memorias. Abrazos.
Eliminarse me da muy bien eso de volar sin avión, que sería de nosotros sin esos vuelos, ¡ya estoy aquí de nuevo¡¡ un abrazo
ResponderEliminarCarmen
Sacaste ida y vuelta. Estupendo. Feliz estancia. Abrazos
EliminarQuizá para volar no haga falta más que motivos.
ResponderEliminarComo para todo lo demás. Un abrazo
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