En estos días, mientras el otoño se
desliza sobre nuestras junglas de asfalto, Abril se nos pone de
conmemoraciones. Nos cuenta que cumple cinco años su apartamento, ésa habitación
parisina con vistas al Pisuerga. ¿Quién puede negar que los ríos con talento fluyen
por donde quieren?
Hace un par de años que tengo las
llaves de su bitácora y, como en la película de Wilder, entro y salgo a mi
antojo sin dar demasiadas explicaciones. Pero mi proverbial discreción me
impide entrar en detalles. Sólo les contaré que, en la misma puerta, nos
reciben las palabras de “Un tranvía
llamado deseo” y que, al cruzar esa frontera, las paredes huelen a cine y
más cine.
En fin, basta con asomarse a
alguna de sus ventanas para confirmar que la primavera es amable incluso cuando
se adorna de hojas secas. Y por eso festejo que Abril siga esbozando las costuras
de nuestros sueños, los inolvidables matices de aquellos inviernos que fueron
filmados en blanco y negro.
Pie de foto: Cabecera de “El apartamento en París”.
Qué bien traídas están las palabras con las que rindes justo homenaje a un espacio en el que uno se siente siempre como en casa y en aquellos sábados por la tarde en los que aprendimos a amar el cine. Como homenaje a nuestra abrileña amiga imaginemos que Gene Kelly fue un americano en Valladolid, que Fred Astaire y una Audrey Hepburn con funny face cantaron una vez aquello de bonjour Pucela, y que Audrey volvió unos años más tarde para deslizarse en barcaza por el Pisuerga, al lado de Cary Grant y mientras Henry Mancini le ponía música a aquella Charada, el mismo Pisuerga en el que se sumergió un Jack Lemmon vestido de lord inglés en Irma la dulce o en cuya orilla se abrazaron Liz y Van Jonhson la última vez que vieron Valladolid.
ResponderEliminarQué grandes son el cine y sus derivados. Gracias. amigo Juan. Un abrazo
EliminarAinsssss...¡ pero qué majisimos sois..! Me siento abrumada, de veras.
ResponderEliminarJose Luis, qué encanto de persona.. Juan las palabras salen de tí con una facilidad y una fuerza de rio sin retorno..
Es que no sé como agradeceros semejante amabilidad..bueno sí, abriendo mi casa y reservando un lugar privilegiado para vosotros los poetas. Ya os veo intercambiando palabras nada efimeras en sesiones interminables de sesión de cine..el cine que nos une.(barra libre)
Un abrazo muy cariñoso y agradecido desde el Paris imaginario
Los Parises imaginarios, los del cine, son mis preferidos. Allí nos vemos siempre, amiga Abril. Besos
EliminarCuando le preguntaron a Truffaut si conocía Chicago, el cañón del colorado , Filadelfia o New York dijo, pues he de decir que aunque apenas he salido de Francia sí. He estado muchas veces con Ford, Cukor, Hitchcock o Hawks entre otros. Algo así pasa con ciertos apartamentos. Todo es entrar y...Un abrazo
ResponderEliminarTruffaut era un viajero infatigable... qué duda cabe. Yo también tengo gastados mis zapatos de tanto caminar por el mundo. Intuyo que a ti tampoco te faltan millas de vuelo... casi a lo Ryan Bingham en "Up in the air". Abrazos.
EliminarGracias, José Luis. Otro abrazo para ti.
ResponderEliminarSiempre bienvenido, maestro. Un abrazo
Eliminar¡Mi enhorabuena a Abril! A su apartamento parisino/Pisuerga y a JL Clares por recordárnoslo. Todos queremos cumplir años... ¡A eso vamos! Saludos, Anna
ResponderEliminarEnvejece la red de redes y nosotros a bordo de ella. Saludos
EliminarConocía su casa, y oiga, como en ídem.
ResponderEliminarSaludos.
Genial, amigo Sergio. Una casa genial.
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