Tengo un amigo afortunado al que sólo
le han robado una vez. Corrían los primeros noventa cuando le rompieron la
ventanilla del copiloto y se llevaron una cinta de los 091 que había dejado olvidada sobre el asiento. No tocaron nada
más. Ni siquiera abrieron la guantera. Hubo un tiempo, ya lejano, en el que
hasta los ladrones tenían buen gusto.
Pie de foto: Portada de “Doce
canciones sin piedad” (Zafiro, 1989).
E iban a la oficina oiga...y los atracos se cometían a las trés, como es debido, aunque luego todo saliera mal. Ya sabes, fruto de hacer las cosas depisa deprisa...Un abrazo
ResponderEliminarYa no quedan tunantes como aquellos. Abrazos
EliminarY si era el LP de tu foto aún con mejor gusto.
ResponderEliminarUn saludo, José Luis.
Menudo disco... histórico. Abrazos
EliminarAl buen gusto lo va sustituyendo lo mediocre y ni el 091 puede hacer nada. Un saludo.
ResponderEliminarEsto no hay quien lo remedie, pero siempre nos queda un atisbo de luz. Seguiremos intentándolo, al menos. Saludos
EliminarMe has hecho recordar que por allá los ochenta yo tenía un Renault 5 con mi casetera ¡Y me la robaron! Se llevaron también todas las casetes de Camilo Sexto,que era el cantante favorito de mi antigua novia. Ella se puso como una moto. Yo tuve que ponerme de su parte aunque no lo sentía de verdad. Me preguntaba: ¿Pero qué pueden hacer los chorizos con las casetes compradas en una gasolinera de Camilo Sexto?
ResponderEliminarEntiendo profundamente tu texto, pero me has hecho recordar a aquellos años ochenteros en donde rebobinábamos las casetes con un bolígrafo. Qué tiempos. Por otra parte, siempre he adorado a los ladrones de guante blanco,hoy desaparecidos por completo.
Un fuerte abrazo,amigo.
¡Qué noche la de aquel año, amigo Francisco! Yo prefería las cintas de sesenta, porque corría el rumor de que las de noventa se partían fácilmente. Abrazos
EliminarToma el dinero y corre (en éste caso, toma la cassette..),Granujas de medio pelo, Atraco a las tres, Cómo robar un millón..Los ladrones somo gente honrada...
ResponderEliminarMi cinefilia siempre me traiciona.
Besos
Me apunta mi amigo que, para colmo, le dejó una nota en la que se podía leer: "Te lo dejo sin robar". De película. Besos
EliminarRobar buena música, o un buen libro, aunque fastidie, debe dejar instalado en el asombro.
ResponderEliminarSaludos!!
Recuerda Andrés Neuman en una de sus entradas que, cuando entraron en su casa, se llevaron mucho, revolvieron todo, pero, amigo, los libros ni tocarlos. Saludos
EliminarAhora se roba de otras maneras y el buen gusto se ha perdido, para casi todo.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Los ladrones no roban por necesidad sino por principios. Ese es el problema ahora. Besos
EliminarAhora nos roban las ilusiones, la esperanza y todas esas cosas. Ay aquellas cintas de casette...cuántos momentos inolvidables. Y aquellos bolígrafos bic que utilizábamos para dale vueltas cuando se salían y qué arte teníamos para recuperar lo que parecía irrecuperable.
ResponderEliminarVaya, la de recuerdos que me ha traído tu entrada...y se me había pasado por alto.
Un beso nostálgico
Eran cintas grabadas, con un sonido infame y ralladas por secciones. Pero eran nuestro tesoro y nadie nos pudo arrebatar nunca la emoción que nos regalaron. Besos
Eliminar¡Qué pena! Esos ladrones de guantes blancos que se marcharon por el WC... Una pena lo de la cinta de este grupo tan carismático. Saludos, Anna
ResponderEliminarSeguro que la disfrutaron mucho. Saludos
EliminarAquellos fantásticos granadinos...
ResponderEliminar... que nos dejaron así.
EliminarAcudieron puntuales y sin necesidad de atender ningún apuro. 091, eso sí es un servicio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy diligentes. Un abrazo
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