A los siete años, se pueden
escribir aforismos como éste: Un paisaje
es una península muy grande.
De este tipo de respuestas, se deben
extraer dos conclusiones:
-La primera, que el alumno no ha
preparado el examen.
-La segunda, que ya ha comenzado
a buscarse la vida.
Pie de foto: Herramientas. Martínez Clares, 2010.
Tengo que decirte que me has arrancado unas risas.
ResponderEliminarUn beso.
Imagínate las mías. Besos
EliminarHay madera, confío que no se dedique a la política.
ResponderEliminarUn abrazo y otro para tu alumno, lo merece.
La política es para gente menos audaz. Abrazos
EliminarA los siete años eso de las medidas no responde a su realidad, lo malo es que se crezca pensando que hay que ponerle puertas y vallas.
ResponderEliminarQué gran humorista en ciernes.
Un beso
Y, además, la frasecilla no carece de cierta belleza poética... espero que no le corten las alas. Besos
EliminarOjala yo tuviera alumnos con diecisiete que escribieran cosas asi
ResponderEliminarUn abrazo
El declive de los años cada vez es más pronunciado y a edades más cortas. Abrazos
EliminarY tercera...por algo dicen que los niños no mienten....que visiòn tan audaz. Un abrazo
ResponderEliminarPenínsulas como ésa quisiera yo. Abrazos
EliminarBuscarse la vida en este país de nacionalismos pacatos es ya otra cosa. O te vas al extranjero o te quedas en la península ibérica que sueña con ser un archipiélago: comunidades convertidas en islas de sí mismas. Hay ya tantos ombligos en donde mirarse.
ResponderEliminarUn abrazo,amigo.
Es un país de caraduras más que de buscavidas. Abrazos
EliminarEse instinto de supervivencia a muchos se nos queda por el camino pero no cabe duda que es imprescindible.
ResponderEliminarHa sido un placer y como el título de tu entrada me busco la vida y sigo leyendo lo mucho que ofreces.
Saludos desde Tenerife.
Bienvenida, Gloria. Saludos
EliminarMe gustaría que mis hijos tuvieran un maestro tan lungimirante como tu!
ResponderEliminarMe alegra tu opinión, pero no es oro todo lo que reluce. Un abrazo
EliminarEsas respuestas geniales se dan abriendo de par en par los brazos, para que quepa toda la península...
ResponderEliminarY se reciben de la misma forma.
EliminarDesde luego, no se morirá de hambre. Un abrazo, Anna
ResponderEliminarSeguro que no. Un abrazo
EliminarFuente espontanea con mucha conciencia poética al parecer, sería interesante conocer el alumno.
ResponderEliminarPor aquí me quedo, saludos.
Genialidades de ese tipo nos encontramos varias cada día. La espontaneidad, después, se va muriendo sola. Saludos
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