Muerto el perro se acabó el ébola.
Eso debe pensar alguien que, en
contra de las opiniones de los expertos en la materia, ha tomado esta decisión por
el bien de la humanidad.
Pero, tal vez, lo que nos haga
verdaderamente humanos sea no matar al perro.
Pie de foto: Virus del ébola.
Pie de foto: Virus del ébola.
Es cierto, amigo. Creo que hoy vivimos (en el mundo occidental) demasiado protegidos al amparo de los medios de comunicación y las leyes de excesiva protección. Hoy veo, por ejemplo, a esos padres que van con sus hijos en bicicleta equipados como extraterrestres. Hace poco un niño resbaló y cayó al suelo sangrándole ligeramente la rodilla. Se puso como una moto al ver por primera vez que tenía un líquido rojo en el interior de su cuerpo. Ahora tenemos el ébola, otro virus que amenaza nuestra aséptica y asegurada vida. No entendemos que ese "alien" haya venido a perturbar nuestra cotidianidad. Y, claro, los medios de comunicación ya tienen filón desinformativo. Habría que explicar (también en las escuelas) que nuestro planeta no es solamente Internet y las series televisivas, sino un mundo que de siempre ha generado virus con el fin que no voy a decir aquí para no alargarme demasiado. Y me pregunto, ¿qué es eso de que el sida provenga de un momo y el ébola de un murciélago? Hollywood ya tiene otra historia.
ResponderEliminarAbrazos
Somos una burbuja y nunca esperamos que se pinche. Un abrazo
EliminarMe pregunto si ser razonable es ser animalista y si ser animalista a su vez es ser antihumano. Porque en este país uno se pierde.
ResponderEliminarUn saludo, José Luis.
Buena reflexión. Las etiquetas son la panacea en este país nuestro. Abrazos
EliminarTodo es excesivo en España, trágicamente berlanguiano: pasamos de la indiferencia por una enfermedad que tienen en África al pánico absoluto, sin que medie otra cosa que la negligencia, la chapuza, la improvisación, el luto riguroso y titubeante en una rueda de prensa que tenía que transmitir tranquilidad. También suena a exceso la decisión de sacrificar a un animal sin que haya la más mínima constancia de que pueda estar contagiado o contagiar a otros, dejando pasar la oportunidad de estudiarlo como caso médico para conocer más acerca cómo se comporta esta enfermedad en los perros, y de igual modo el guirigay de costumbre en el portal de la infectada, con desalojo policial de animalistas retransmitido para todas las televisiones del mundo.... No hay remedio para lo nuestro, parece. Un saludo.
ResponderEliminarPasan las décadas, pero aún somos Calabuch o Villar del Río. Quizás más chabacanos. Más soberbios. Menos eficaces. Abrazos
EliminarNo puedo remediar sentir verguenza y que vivimos en un pais donde la chapuza es la norma y la eficacia la excepción..Pepe gotera y Otilio..si se me permite la comparación.
ResponderEliminarMiedo a todo, a lo real y a lo inventado. todo se desborda y se magnifica. Quizás ahora sí tenemos razones pero sólo cuando nos toca de cerca..
Es triste mirar a ese pobre animal inocente y mucho más el circo que se ha montado.
Besos
Gotera y Otilio son nuestros porque somos nosotros. Besos, amiga
EliminarSi se puede aislar al dueño.....no entiendo nada....o si, un abrazo
ResponderEliminarYa queda poco que entender. Un abrazo
EliminarTodo un dilema, que como ignota en la materia, no sabría resolver... Amo a los animales tanto como a mis congéneres. Abrazos
ResponderEliminarIgnota en la materia como los que están decidiendo sobre la materia. Abrazos
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