La música se agarra a la
juventud: la música con su parafernalia de cueros y greñas, de tupés y
litronas, de sueños quebrantados y resaca; la música que es la argamasa de la
tribu, que diseña sus vestiduras, sus leyendas y sus vicios sin ánimo de crear
tendencia, que se cuela en la mirada de sus adeptos, en sus ojos desafiantes de
animales apaleados; la música con tanta prisa por vivir, tan marginal y tan
efímera. Y sin embargo, sigue aquí, con nosotros, ella que nunca quiso
perdurar, sonando incansable en nuestra memoria.
Tal vez sea el único culpable,
pero no me arrepiento: a la música tengo que buscarla en las fotos antiguas porque
lo que vino después ya no me parece música como tampoco me parece juventud. Mírenlas
detenidamente porque ahí estamos los jóvenes de antaño. Es Cierto. No se dejen
engañar: son ellos, los 091, pero podríamos haber sido cualquiera de nosotros;
cualquiera de los chavales que nacimos en una dictadura y crecimos en libertad
sin saber muy bien qué hacer con ella; cualquiera de los presuntos rebeldes que
nos expandimos como una plaga por las ciudades y los pueblos a golpe de Discoplay, presos vertiginosos de una
libertad vertiginosa, tan progresiva como el rock de los 70, tan fascinante que
llegó a atraparnos sin remedio. Y ahí seguimos. Entre músicas. Recordando lo
que ya nos advirtió Bob Dylan cuando dijo que nadie es libre, pues hasta los
pájaros están encadenados al cielo.
Pie de fotos:
1. José Antonio García y José Ignacio Lapido en "Granada es
posible", foto de Juan Jesús García.
2. Las fotos son del año 1982 y están sacadas en la puerta del bar
Santa María (calle Almona de San Juan de Dios, en Granada), justo enfrente del
callejón que llega hasta el instituto Ángel Ganivet, que en aquellos tiempos
era sólo de niñas. El Instituto Padre Suárez, que también está cerca, era donde
estudiaban Tacho González y José Ignacio Lapido, y era sólo de chicos.
091: La vida que mala es.
Wow, no sabía qué es la música hasta que he leído ese primer párrafo... Una definición para quitarse uno el sombrero. Me gustan esos flequillos.
ResponderEliminarBuenas noches, joven.
La verdad es que, si te paras a pensarlo, la música es todo eso y mucho más. Pero es cierto que tiene mucho de parafernalia, de escaparate, de ceremoniales asociados. Los devotos necesitan una imagen que pueda asociarse al sonido. Besos
EliminarY desde el cielo unos auriculares para poder seguir escuchando música, yo no sé vivir sin ella.
ResponderEliminarBonito homenaje a la MÚSICA.
Un beso
Nadie podría concebir ya la vida en silencio, sin música. Hoy, además, que se nos ha muerto BB King. Besos
Eliminar¿La primera foto es de un concierto actual de 091?
ResponderEliminarEs de un concierto que se hizo para el documental "Granada es posible" en 2014. Tocaron un par de temas. Se subieron al escenario todas las vacas sagradas del rock granadino, empezando por Miguel Ríos y siguiendo con los Cero. Hubo muchos grupos de los que hicieron que Granada fuera conocida, en los ochenta, como la "Liverpool del sur". Yo me enteré tarde y he podido encontrar algo en youtube. Un abrazo
EliminarUna entrada que te arrastra al pasado con una sonrisa en los labios... Gracias Jose Luis.
ResponderEliminarLa sonrisa hay que llevarla siempre puesta. Nunca la pierdas. Besos
EliminarGracias, José Luis. Un gran abrazo.
ResponderEliminarGracias a usted maestro. Me alegra verlo por estos lares. Un abrazo
EliminarDesde luego esas fotos respiran autenticidad, y guste o no hoy vivimos en la mercadotecnia...y me temo que con aquella incipiente mùsica sucedia otro tanto....hay grupos que no me entusiasman de aquella època, pero sonaba autèntico, incluso el efìmero flequillo era de verdad, cosa que no me atreveria a decir hoy....un abrazo
ResponderEliminarLa mercadotecnia creo que siempre ha existido a la hora de vender un producto. Y la música lo es. Pero aquellos chicos tenían, por entonces, muy poco que vender. Son cuatro colegas a las puertas de un instituto. Después, tampoco vendieron mucho. Nunca se han estilado la calidad ni el talento. Un abrazo
EliminarHola Jose Luis, qué post más bien escrito sobre tus sensaciones con la música, de verdad, me ha gustado mucho. Y si además lo redondeas con los Cero más todavía. Me consta que te suscribiste a mi espacio vía google+ pero he localizado el tuyo de casualidad por el de Sergio. Suscrito a las palabras efímeras. Volveré por aquí. Saludos.
ResponderEliminarEstás en tu casa, amigo. Siempre bienvenido. Saludos
Eliminar