Le he leído a José Ignacio Lapido
en alguna parte que los 091 adquirieron, durante un tiempo, la generosa
costumbre de encumbrar a sus teloneros mientras ellos mismos permanecían inalterables
en ese limbo caprichoso en el que algunos poetas duermen el sueño eterno. Sirva
como ejemplo la historia de su primer concierto en Zaragoza, narrada de manera
exhaustiva en este magnifico artículo de Octavio Gómez Milián publicado en
bigstarmusic.es. “De Cierzo y espantapájaros: 091 en Aragón” da cuenta de una serie de anécdotas y
recuerdos propios de una época en la que el rock, como la memoria, aún viajaba
en furgoneta y por carreteras secundarias.
Leyendo algunos de los testimonios,
uno se va haciendo la idea de lo que supuso aquella noche inolvidable del primero
de mayo del ochenta y cinco: Pedro Vizcaíno, de Grabaciones en el Mar,
nos cuenta: “imborrable la primera vez,
en San José, en el antiguo matadero, con los Héroes del Silencio como teloneros
(cuando aún eran tres miembros). 091
presentaban su primer álbum y los Héroes aún no tenían disco". Otro que
tampoco faltó a la cita fue Fernando de los Modos que nos habla de una “zaragotham rockera” plantada ante los “textos inteligentes, las estupendas
melodías y el poderío rítmico” de Los Cero. Tampoco el locutor y
escritor Miguel Mena ha olvidado aquella noche: “Recuerdo que en los bises tocaron “A mí con esas” de Los Brincos y
“Have you ever seen the rain?” de Creedence Clearwater Revival. Esa noche
estuve con ellos en el KWM y luego les acompañé al hotel Conde Blanco, en la
calle Predicadores”. En cambio, Matías Uribe, crítico y escritor, nos
cuenta la historia de una manera diferente, con un matiz que nos sorprende: “Aunque nebulosamente, aún recuerdo la
noche que, a las puertas del destartalado pabellón de San José, le pasé una
entrada a un barbilampiño Bunbury, sin un duro en el bolsillo y seguidor del
grupo.”
Hagamos un guiño a todas las
inexactitudes de la memoria y disfrutemos de los Héroes del Silencio -y su barbilampiño Bunbury- partiendo de Cero.
Ignoraba la anécdota y que telonearon a los Cero. Abrazos.
ResponderEliminarEl mundo de rock está repleto de magníficas coincidencias. Un abrazo
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