En el taller de cuentos, leo el relato de una alumna:
“Con el paso del tiempo, el cerdito se convirtió en un gran hombre”.
Le apunto que el proceso madurativo acostumbra a producirse a la inversa.
Pie de foto: Taller de cuentos. Martínez Clares, 2008.
Ya lo ira aprendiendo no te preocupes
ResponderEliminareso del taller de cuentos suna genial
Un abrazo
Juanjo: efectivamente, para lograr ese tipo de conocimientos no hace falta ir a la escuela.
ResponderEliminarEn el taller aprenden a escribir y, sobre todo, a querer escribir. Un abrazo fuerte
Te tengo que dar la razón. Con el tiempo se convierten en cerditos...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Rosa: pero sólo con el tiempo... en apariencia somos impecables. Bueno, Un beso
ResponderEliminarEsa alumna tuya tiene buen tacto escribiendo, y mucha ilusión. El proceso madurativo suele ser a la inversa, sí, pero ¿por qué no confiar en que se reformen los cerditos?
ResponderEliminarHereje: no es necesario que se reformen... en una granja tiene que haber de todo. Por cierto, cada vez que te nombro "hereje" no puedo dejar de pensar que hace 500 años te estaría condenado a muerte. Qué tiempos aquellos. Abrazos
ResponderEliminarMaravilloso tu blog tiene escencia
ResponderEliminarÉrase una vez un lobito bueno...¿Se lo leíste -o cantaste- a los chicos en el taller?
ResponderEliminarJamás el lobo será un hombre para el lobo.
Un abrazo
Recomenzar: me alegra mucho tu opinión. Saludos
ResponderEliminarMiguel: estamos acercándonos a los fabulistas. Mirando el reino animal siempre encontraremos el espejo necesario. Un abrazo
ResponderEliminarYo quiero ser un poco más optimista. No siempre el hombre se convierte en cerdito, no? Dime que no..
ResponderEliminarUn beso
Myra: no siempre, Myra, aunque existe esa posibilidad y a las pruebas me remito. Un beso
ResponderEliminarDesgraciadamente, tienes mucha razón, me temo.
ResponderEliminarFrancisco: espero equivocarme en esto como en casi todo lo demás. Saludos
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