Hay autores que van por la vida regalando momentos inolvidables.
Joaquín Pérez Azaústre es uno de ellos.
En su última novela -Los nadadores (Anagrama, 2012)- ha diseñado escenarios colmados de soledad sólo para que los lectores puedan habitarlos.
Después de leerla, he disfrutado de un inusual atisbo de certeza: si todo mi mundo se evapora, ¿no seré yo en realidad el que me estoy evaporando?
Pie de foto: Ojalá hubieras venido. Martínez Clares, 2008.
Una referencia a tener en cuenta.Desconocia esa obra
ResponderEliminarUn abrazo
Muy recomendable, amigo Juanjo. Abrazos
EliminarJoaquín es gran nadador en todos los estilos (géneros) literarios: novela, poesía, ensayo, artículos periodísticos... Nadador de fondo y en las distancias cortas. Pero, además -y sobre todo- es una gran ser humano, con el aura de las personas sabias y humildes al mismo tiempo; es decir, de los mejores.
ResponderEliminarEn cuanto a tu retórico interrogante, aquí no hay quien se libre de la evaporación a fuego más o menos lento, querido amigo. A veces de forma sublime:¡Por sublimación!
Un abrazo.
Certeras palabras, amigo Miguel. Un nadador muy completo, como otros que mucho antes ya dejaron su estela imborrable en el agua.
EliminarLo de la evaporación es un hecho irremediable. A fuego lento, mejor, con cariño. ¿No crees?
Un abrazo
Una buena pregunta... Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Ya me comentarás cuando lo leas, si cae en tus manos. Besos
EliminarGracias por la recomendación.Besitos
ResponderEliminarEs un libro que te moja, porque asomarte a la piscina tiene siempre sus consecuencias. Besos
EliminarPrimera recomendación pendiente para el verano.
ResponderEliminarCuídate José Luis.
Un verano que promete, Rafael. Cuidémosnos lo justo.
EliminarLos buenos libros nos regalan momentos inolvidables que esperan ser habitados por el que los lee.
ResponderEliminarUn beso.
Lo nuestro es ir colonizando historias. Besos
EliminarAnoto la novela sin falta, lo que cuentas es muy sugerente. La pregunta no es precisamente de fácil respuesta. Da para meditar un rato, y eso siempre se agradece. Saludos
ResponderEliminarPongámonos cinéfilos para buscar paralelismos, posibles respuestas a esta pregunta casi retórica: Don Birnam -el Ray Milland de "Días sin huella"- ¿Se estaba evaporando? o tal vez, ¿Era su mundo el que estaba empeñado en darle la espalda? A veces, la soledad es una opción personal, aunque no haya sido elegida libremente. Abrazos, amigo de la sala oscura.
EliminarMe uno al club de los que buscamos respuestas.
ResponderEliminarAnoto el libro y me quedo meditando..
un abrazo
Medita lo justo o ya no podrás parar. Cada pregunta te llevará a otra y los porqués son extremadamente escurridizos. Abrazos
EliminarJosé Luis, qué comentario tan certero y qué diálogo posterior has creado con tus amigos. Llego ahora a tu Blog, a una hora tan tempranera, y me encuentro con una tertulia literaria en su mejor expresión. Muchas gracias por tu comentario, por dialogar sobre Los nadadores.
ResponderEliminarUn abrazo acuático!
No todas las tertulias tienen la suerte de poder cerrar su recorrido con la intervención del propio autor. Gracias por pasar por este suburbio literario y dejar tu impronta, siempre interesante. Un abrazo, amigo Joaquín.
EliminarEsto es una fiesta de la palabra.
EliminarQuién dice (Vargas LLosa) que los blogs son escenarios irrelevantes?
Joaquín, a quien saludé el pasado domingo en Lucena, escribe y hace que los demás escribamos. De eso, en el fondo, se trata. Leer y ser leído. Amar y ser amado. En ese plan. Un placer teneros a todos cerca.
Vargas Llosa sabe mucho sobre escenarios irrelevantes. Desde luego, amigo Emilio, la Literatura, cuando es buena, genera más Literatura. E incluso blogs de cierta intrascendencia. Abrazos.
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