III Encuentro Nacional de las Artes y de las Letras
del Mediterráneo
Homenaje a Pilar Quirosa Cheyrouze
Nadie
puede negar que Pilar Quirosa es nuestra poeta de Almería, aunque llegase aquí
después de un cierto periplo vital. Nadie puede negarlo porque ha sido en esta
tierra de luz meticulosa donde Pilar ha desarrollado la mayor parte de su
trayectoria poética. Y esta tierra, que es una madre severa moderada por la luz
tierna de la historia, una pasión extrema en la que el sol asfixiante invita a
desprenderse de todo lastre, se ha convertido en el escenario natural que
determina el lirismo, la cadencia y el aroma de sus versos. Pilar que nos
escribe “Y, sin descanso, costea mi
frente el mar”. Ese mar antiguo, el rito inextinguible del agua, los
tiempos ancestrales. El Mediterráneo empapando cada uno de sus recuerdos,
fluyendo en la intensidad de los azules, llegando a nosotros a través del
oleaje de la memoria. Y el presente que nos parece un baño de sal en la bajamar
de cada día.
Pilar
Quirosa es una de esas poetas de extensa producción que han sobrevivido, pese a
todas las inclemencias sociales y culturales, a la desaparición de las clases
medias literarias, y que continúan en la brecha en unos tiempos en que publicar
un libro te puede salir muy caro. Y esto no es ninguna metáfora. Es, además,
una persona que se ha implicado, desde siempre, en la vida cultural y social de
esta ciudad, hasta tal punto que, con frecuencia, no resulta fácil discernir
cuál es la vida cultural de Almería y cuál la de Pilar Quirosa.
Decidme
si no es verdad: Pilar siempre nos recibe con una sonrisa inabarcable. Se diría
que los verdaderos poetas no conocen el divismo. Y, a partir de ahí, todo
resulta emotivo porque por fortuna todavía quedan personas como Pilar, personas
a las que alguien les regaló esa chispa que prende la llama inefable de una
emoción, el fuego alucinado de la Poesía. Para mí es un placer escucharla en
cualquiera de sus vertientes: cuando nos presenta al autor de turno con devota
admiración, en la mayoría de los casos, y, cómo no, cuando es ella misma la que nos lee sus
propios poemas (qué merito tiene leer bien un poema. No digo recitarlo. Hablo
de leerlo bien. Leerlo como lo hace Pilar).
Pie
de foto: Algunos de los participantes en
el acto. Sitio web de la imagen.
Magnífico texto para una maravillosa persona. Qué acertado lo de la supervivencia a la desaparición de las clases medias literarias, y qué justo, qué oportuno cuanto dices de nuestra común amiga Pilar. No podías haber retornado con mejores palabras, José Luis: las disfruté aquel día del homenaje y las disfruto ahora, con más calma. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarFue un día inolvidable dedicado a nuestra amiga. Esperemos vernos pronto en otra similar. Un abrazo
EliminarNo tengo el gusto....ni he leido nada suyo.Pero si quien no necesita aval alguno viene flanqueada por ti y por el loser, no hay más que hablar. Si digo que voy a anotar su nombre, aunque no se cuando podré leerla, este verano he leido la mitad de lo que me propuse y tengo aun cosas pendientes.
ResponderEliminarSi que tiene mérito leer bien un buen poema, interiorizarlo y transmitirlo a otros...un abrazo
Te gustará, amigo Víctor. Hay mucho cine y mucha música en sus versos. Abrazos
EliminarJose Luis:
ResponderEliminarLeer un poema es tan meritorio como crearlo. Da igual que sea un poeta de a pie o uno de tribuna; para mí, todos estamos en la misma esquina. ¿Quién mejor que el autor para leer los sentimientos escondidos entre sus versos, aquellos que sólo los audaces sensibles o los cercanos, son capaces de entrever? Una entrada verdaderamente emotiva y sincera. Gracias por compartir. Un abrazo, Anna
Mucha verdad en todo lo que dices, amiga Anna. Un abrazo
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