Lo prometido es deuda.
En mi anterior entrada, ya intuía
que de aquella macabra lección del viejo Hitchcock podía nacer un poema. Pero
no podía ser un poema cualquiera. Tenía que ser un poema que no encontrase
explicación para las paradojas de un mundo con escaparates y trastiendas, el mundo
en el que las lágrimas continúan adueñándose de la lluvia.
Pie de foto: “Colombia ,
in the eternity of sorrow”. Álvaro Ybarra Zavala. Getty Images.
Álvaro Ybarra Zavala
Hitchcock y Peppa Pig tenían que encontrarse de una vez y para siempre. Gran reflexión.
ResponderEliminarUn saludo, José Luis.
Dos genios que se unen en unos pocos versos. Saludos, amigo Rafael
EliminarQué sería del mundo sin poesía y sin poetas...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Poesía en todas partes, amiga Rosa. Besos
EliminarBuena elección JL. Abrazos
ResponderEliminarGracias, Anna. Abrazos
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